29 jul 2009

TvUy Noticias: Internacionales

China lanza un canal de televisión en árabe
La televisión estatal china CCTV, lanzó un canal en árabe dirigido a los países de Medio Oriente y África con el objetivo de extender la influencia de su Gobierno.

El canal en árabe de la china CCTV, se emitirá en 22 países de lengua árabe con una población total de casi 300 millones y transmitirá noticias, reportajes, espectáculos y programas educativos, según un comunicado de la Televisión Central China.

De este modo, y en palabras Zhang Changming, vicepresidente de la CCTV, el canal “servirá de puente importante para fortalecer la comunicación y el entendimiento entre China y los países árabes”.

El Gobierno de Beijing está realizando un esfuerzo multimillonario para aumentar la presencia de su prensa estatal en el exterior mediante la expansión de la CCTV, el Diario Popular del Partido Comunista y la agencia de noticias estatal Xinhua.

Una campaña mediática que imita los esfuerzos de Rusia y Qatar por participar de la cobertura internacional de noticias por medio de sus canales Rusia Hoy y Al Jazeera, que han logrado algunos éxitos en la competencia con BBC International y CNN International.

Así las cosas, la CCTV anunció nuevos planes el mes pasado para crear un canal en ruso, además de estar reformando sus noticiarios internos por primera vez en una década debido a la caída en la audiencia.


Gobierno argentino deja sin voz al Grupo Clarín

La Secretaria de Comunicaciones revocó el permiso que recientemente autorizó a Cablevisión-Fibertel, de Clarín, a ofrecer telefonía, lo que supone un duro golpe para sus pretensiones de ingresar a la oferta Triple Play.

El Gobierno de Argentina perdió de forma aplastante las elecciones legislativas a fines de junio, en lo que fue un claro mensaje de la ciudadanía a la administración Kirchner para que cambie estilos y formas de conducirse y asuma por primera vez la defensa del Bien común, después de una serie de desastres en cadena que han dejado más debil la situación del país en un escenario de economía global nada alentador.

En lo político, en las tres primeras semanas posderrota, ha manejado una doble faz: por un lado se muestra "extraordinariamente" abierta al diálogo con sectores claves de la vida política y económica nacional, al que se había negado de forma sistemática antes del llamado de las urnas; por el otro, apela a enroques cosméticos para no cambiar nada en los hechos.

En el caso de las telecomunicaciones, en lugar de apaciguar la confrontación con el que ha reconocido como su peor enemigo en la prensa, el Grupo Clarín, ahora se muestra aún más decidido a ahondarla. El principal multimedios argentino tiene flancos débiles para el ataque de un Gobierno que maneja reguladores y decisiones clave. Uno de esos flancos es la todavía difusa fusión CableVisión-Multicanal, puesta en el Limbo por una marcha atrás de los Kirchner, luego de un primer guiño para que una y otra se fundan en una, apenas Cristina Fernández de Kirchner asumió sus funciones presidenciales. Luego vino la pelea, casi de inmediato, y lo que se había avalado, por una contraorden gubernamental a Defensa de la Competencia, quedó cuestionado seriamente. Sin embargo, CableVisión y Multicanal, en los hechos, siguieron fusionadas y ahora, precisamente esos agujeros sin cerrar que hay en la operación, son aprovechados por los Kirchner para asestar un golpe estratégicamente importante.

La Secretaria de Comunicaciones (Secom), que depende del Ministerio de Planificación Federal de uno de los funcionarios más cuestionados por la oposición, Julio de Vido, acaba de revocar el permiso con el que una semana atrás se autorizó a la empresa Cablevisión-Fibertel, del Grupo Clarín, a otorgar servicios de telefonía lo que, como consecuencia, representa un candado para el acceso al Triple Play que tanto necesita el principal MSO de cable del país.

El 13 de julio pasado, citan los medios argentinos, el Gobierno nacional le dio a Fibertel, mediante la Resolución Nº146/2008, numeración geográfica y no geográfica para prestar telefonía local. “La Secom le otorgó al ISP de Clarín 30.000 números para el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA); 5.000 para Rosario, Santa Fe, La Plata y Córdoba; y 1.000 para Bahía Blanca, Campana, Escobar, Mercedes (Buenos Aires), Zárate, Luján y Paraná.También le adjudicó 100 números para los servicios 0610, 0611 y 0612; 10.000 para cobro revertido automático (0800) y la misma cantidad para cobro compartido (0810)”, detalla la resolución publicada en el Boletín Oficial, que expone Perfil.

Luego que Telefónica, Telecom y la Federación de Cooperativas del Sur (Fecosur) presentaran recursos para que se reconsidera la aprobación dada a Cablevisión-Fibertel, la Secretaría de Comunicaciones hizo lugar a los pedidos y dio marcha atrás, revocando la anterior resolución, con la firma del secretario Lisandro Salas. Las incumbentes de telefonía aseguraban que Fibertel no era una sociedad y como tal no podría tener licencia ni numeración. Con ese argumento, venían negando a la compañía la interconexión que ésta les solicitaba para prestar telefonía en todo el país. En los considerandos, Salas resolvió que "CableVisión no posee licencia de telecomunicaciones" y que "tanto CableVisión como Fibertel no han obtenido autorización previa de la secretaría para modificar su situación societaria", refiriéndose a la compra de Fibertel por parte del grupo cableoperador de Clarín. Ese pedido de autorización, según CableVisión, fue solicitado en 2003 y durmió en algún cajón de la secretaría.

CableVisión adelantó este jueves en un comunicado que "llevará adelante todas las acciones administrativas y judiciales que correspondan ante la violación de los principios constitucionales de igualdad ante la ley, propiedad y libre competencia".

"Resulta sugestivo y hasta bochornoso que un mismo funcionario otorgue numeración a nuestra empresa para brindar telefonía y luego revoque a sólo siete días de publicada y sin traslado a nuestra parte", señaló CableVisión, tras destacar que "desde 2003 es continuadora universal por absorción societaria de todos los derechos de Fibertel".

Esta guerra es un símbolo de la caótica situación que existe en el terreno de las telecomunicaciones argentinas, inmersas en transformaciones clave tecnológicamente. La falta de reglas claras, la subjetividad y aprovechamiento en el manejo de las reglas o la falta de ella a su favor que caracteriza al Gobierno de los Kirchner, el daño estructural sufrido por el sector durante la corrupta administración Menem, la inexistencia de organismos serios y estructurados técnicamente, la reconversión sufrida por esos entes por el uso y abuso oficial de sus poderes, el control de la interconexión de parte de dos empresas que ya no deberían tener esas atribuciones, la situación económica-financiera del sector, y el ninguneo permanente al que se somete a los consumidores, son sólo algunos de los tantos motivos por el que se pueden vivir este tipo de confrontaciones de intereses en los que lo privado se entremezcla con lo público.

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